Fig. 1. Aceitera de Alcorisa (Teruel), 35,5 cm. (Fuente: JD.)
Alcorisa
Atravesada por el río Guadalopillo ("de curso incierto y poco seguro", Pascual Madoz, 1845), y a 15 km de Calanda, 32 km de Alcañiz y 113 km de Teruel, Alcorisa fue "uno de los centros olleros más antiguos y destacados de toda la provincia de Teruel" (Álvaro Zamora, 1980: 209). En Alcorisa se obraron toda clase de cacharros para el fuego y el uso doméstico, barnizados en toda la gama de marrones, royos, melados y verdes: ollas, pucheros, cazuelas, aceiteras y vinagreras, jarras para vino... Como decía la copla:
En Calanda venden cocios,
en Alcorisa pucheros...
(Emilio Lafuente Alcántara, Cancionero popular. Colección escogida de seguidillas y coplas, 1865)
El apogeo de la actividad alfarera se remonta al siglo XVIII y prosiguió hasta entrado el XX, para extinguirse prácticamente con la guerra. Ya Pascual Madoz en 1845 destacó en el primer lugar de la industria local la "alfarería común".
La gran aceitera de la fig. 1 la atribuyo a Alcorisa. Mide 35,5 cm de alto, base de 16 cm de diámetro, y una capacidad aproximada de 6,5 litros. De cuerpo cilíndrico ligeramente abombado y boca trebolada. El asa arranca de la boca y cae sobre el hombro sin apenas curvatura. De factura tosca, está totalmente barnizada en color marrón-anaranjado. Es la aceitera de mayor tamaño de Alcorisa que he visto.
Fig. 2. "Bombona" de Almonacid de la Sierra (Zaragoza), 35 cm.
(Fuente: JD.)
Almonacid de la Sierra
Almonacid de la Sierra (Zaragoza) es una pequeña población al pie de la sierra de Algairén, estribación SE de la sierra del Moncayo. En la actualidad el municipio cuenta con 775 habitantes, aunque en 1887 alcanzaba los 2.813, apenas 137 menos que Alcorisa en la misma fecha. Fue una de las ollerías más importantes de Zaragoza.
Álvaro Zamora (1980: 244) señala que "el origen de la ollería de Almonacid de la Sierra es medieval y desde luego anterior a la expulsión mudéjar [en 1610]". En 1762 había 31 obradores y 28 hornos. "La importancia y volumen de la ollería de Almonacid debió de ir descendiendo a lo largo del siglo XIX" (Álvaro Zamora, 1980: 247), hasta el punto que Pascual Madoz en 1849 apenas menciona la existencia de "algunas ollerías". Ya en el siglo XX, antes de la guerra aún quedaban más de veinte alfares (Llorens Artigas y Corredor-Matheos, 1970: 24) que prácticamente desaparecieron tras la guerra, al igual que en tantos otros lugares en Aragón.
Del mismo modo que en Alcorisa, en Almonacid se obraron toda clase de piezas para el fuego y el uso doméstico: ollas, pucheros, cazuelas, orzas de adobo, torteras, aceiteras, jarros para vino...
La aceitera de la fig. 2 mide 35 cm de alto y 17 cm de diámetro en la base. Esas aceiteras suelen llamarse "bombonas" por su forma y gran capacidad. Nótese el amplio vuelo del asa y la marcada digitación en el pegado de la entrega (fig. 3), lo cual distingue algunas piezas de Almonacid, como la orza alambrada de la fig. 4.
Fig. 3. Detalle de la digitación en el pegado del asa y la
decoración incisa. (Fuente: JD.)
A pocos kilómetros al norte de Almonacid se halla otro antiguo centro ollero, Alpartir, y más al sur, Encinacorba. En la otra vertiente de la sierra de Algairén, y siguiendo el curso del río Grío, hubo otras tres ollerías: Santa Cruz de Grío, Tobed y Codos. Díez (2008: 178 ss.) agrupa los alfares mencionados bajo la denominación genérica de "Sistema Ibérico", demasiado amplia en mi opinión, pues el Sistema Ibérico discurre a lo largo de 500 km desde Burgos a Castelló. Así pues, en este blog utilizaré las denominaciones más restrictivas de sierra de Algairén y valle del Grío para identificar a este grupo de ollerías, de la misma manera que con la denominación valle del Aranda se alude al grupo de alfares de Jarque, Illueca y Sestrica.
Fig. 4. Ollería de la sierra de Algairén y valle del Grío. (Fuente: JD.)
En la fig. 4 muestro algunos ejemplos de la ollería de la sierra de Algairén y valle del Grío. La imponente orza alambrada de cuatro asas (42,5 cm de alto) es de Almonacid de la Sierra. Los estilizados pucheros de forma ovoide, sin cuello y reborde en la boca, son de Tobed, aunque podrían atribuirse asimismo a Almonacid de la Sierra o Alpartir. Las orzas de dos asas son también de Tobed. La orza de base ancha (16,5 cm de diámetro) es especialmente singular.